Es común ver en la naturaleza a los machos de diferentes especies buscando impresionar a como de lugar a una hembra con el propósito de procrear...
Y los hombres muy en el fondo también tienen que recurrir a diferentes técnicas para impresionarnos pero en serio que no hay nada que desilusiona más que un tipo que hace, dice y si es necesario hasta promete la luna, cuando por fin logra convencernos con sus "discursos" se hace un lado y se le acaba la inspiración, como si su única meta fuera conquistarte y ya. Ahí es cuando uno empieza a afirmar que se cansa de besar sapos o más bien se cansa de un príncipe que termina siendo un sapo.
Es obvio que al momento de la conquista todo el mundo quiere sacar lo mejor de sí para lograr atraer a la otra persona pero considero que la sinceridad también es fundamental porque de qué sirve que te prometan la luna si al final quedas con las manos vacías y a veces con el corazón roto?. Además los detalles de la conquista no se deben perder cuando ya se ha logrado el objetivo, ya que todo el esfuerzo que hiciste al principio se esfumará si no eres constante y podrías mostrar que hay falta de interés.
Por eso entre sapos y príncipes falsos es mejor elegir a los hombres valientes, sinceros, reales y honestos que puede que no te prometan la luna pero que con sus palabras, acciones y detalles de corazón logran hacerte sentir que puedes llegar a ella.
P.D. No olviden que la sinceridad no es sólo de ellos hacia nosotras. También es de nosotras con nosotras porque a veces en nuestro afán de estar con un buen hombre somos capaces de disfrazar a un sapo de príncipe o seguir con un falso príncipe. Comernos el cuento, vivir en el cuento y hacer caso omiso a los consejos que te da todo el mundo...